06 September 2006

Agazapados y en silencio

Vicisitudes citadinas
que no encajan ni encajarán
en una tibia tarde margariteña
por eso echamos leña
a la hoguera del hastío
o por eso cada río
llena nuestro caudal
de manera que las cosas
reditúan en la forma
de acreditar nuestro vivir
si hasta parece un elixir
espeso y misterioso
que nos saca del pozo
cuando nos hundimos más
sin darnos cuenta siquiera
de que modo
hemos llegado hasta acá
vibramos sedados
por la seducción del lugar
y/o por su aire encantado.

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