Detrás de la montaña

En contraposición con todo mandato interno
que lleva a la reflexión de la responsabilidad de perdurar
se juega en un ínfimo instante
lo que costó sacrificios duros
pero
en el cincuenta y cincuenta
si se llevan las de ganar
explota como big-bang la razón desenfrenada
y si no
brilla el sol
igual
en cualquier playa
la arena acaricia el océano,
en un futuro hipotético contar
tu anécdota
de cuando eras esto o lo otro
no haría mas que lastimar
tus sordos oídos,

claro que
nadie conoce mejor que uno mismo
su propia verdad
y la sugerente pregunta es
¿a quién mas le importa escucharla?
entonces
para adelante, siempre
como buey terco
ante la adversidad.

Escudo de bondad

El aire exhalado distiende
si y solo si
la humareda sobrepasa
la capacidad de abstraerse.

Estuve en el palacio de los tontos
y conocí a su rey muy de cerca,
cada mueca que hice en nuestra convivencia
fue juzgada por su corte
con el resultado inevitable
de saberme no bienvenido
preferí callar antes que verme sometido
a la abrumadora vorágine de sus chácharas
y aún así no paso desapercibida
mi presencia.

Ahora me fui de ahí,
me crucé con la monarca de otro reino
y al verme ella como mercader de sueños
me invitó a llenar de bondad su sitio.

La paz finalmente, siempre
llega de un modo u otro
a aquellas almas que no se resignan
a perder la cordura antes de tiempo,
la tranquilidad y la armonía son
el escudo de esos seres
que tienen a bien
ser portadores
de la benevolencia.

Hola

Me darás algo?
No me darás nada?
Seré por siempre el buscador
De la vertiente de un amor
Huidizo.

Acaso, tal vez
Has visto la luz en mí?
La energía, mientras tenía
El animal dentro
Y la percepción.

Yo por mi parte
Espero con ansias
El momento culmine
Del beso eterno
Y la desesperación de no saber
Como sigue esto.

Seguro es que
Te impactan rayos de benevolencia y pasión
Varias veces a diario
Y claro… si sos
La belleza en su punto exacto.

Que decir
Nunca pude apartar mis ojos de ti
Tu risa me gusta
En vivo y por teléfono
Si pudiera seria
Tu oyente todo el día.

Donde van los caminos
Nadie sabe y es
Soberbio y petulante
Tratar de descifrar
Lo que pudiera llegar a pasar.

No te puedo obligar a nada
Ni jamás pretendería obligarte
Pero si tienes tu alma abierta
Quisiera invitarte
A compartir nuestro destino
O al menos probar
Si puede mejorar
Nuestra historia
A partir del punto en que la compartiéramos.

Quien sabe….
Quien sos…
Yo te puedo hablar de mí horas y horas
Y en verdad me sentiría vanidoso

Prefiero,
Si aceptas
Que entres tu misma en esta sublime película
A la que le falta una protagonista
Para transformarse en una historia de amor.

Los perdedores

Entonces te vas
Tu mente se va
El avión se va
Y hace piruetas
Se estrella y vuelve a despegar

Estadísticas, promedios
Lo corriente, lo normal
Fuera de eso esta
Tu campo de acción
Tu pensamiento
Muy por fuera de todo eso está

Si lo narraras
Con detenimiento
No lo creerías ni vos mismo
Lo que en forma constante
Pone Dios frente a tus narices
A tus ojos curiosos
A tu asombro

El aprendizaje es paciencia pura
Y aguda observación
Los círculos confluyen en forma concéntrica
Se cohesionan y espiralizan
Y levantan al cielo su áspid radar

Entonces las cosas dejan de ser planas
Se materializan en las dimensiones del espacio real
Para bien o para mal
La energía se retroalimenta
Y de pronto todo se muestra
Con vértigo y emoción

Los ignorantes lo llaman suerte
Los envidiosos cinismo
Los tímidos intrepidez
Los perdedores pena ajena

Ninguno de ellos sabe
Porque jamás se atrevió a experimentar
Que todo es consecuencia dé
Que la buenaventura alguna vez fue una semilla
Que bailaba en una mano temblorienta
Que se cultivo con pasión, tesón
Perseverancia y fe.

Revolución

Armense
Consigan pólvora y metralletas
Acopien machetes y morteros
Coman sano y entrénense
Por que el caos se avecina
Y como siempre vivirán los más aptos
Lean, instrúyanse
No dejen que les impongan su vida
No permitan, no acepten
Un destino equivocado
Que no se amolda al carácter
Libre y creativo
De quienes ven todo claro
Den amor y mantengan la calma
Dios siempre premia
A esas almas
Que plantean batalla
Con la convicción de que un cambio drástico
Es la única solución al padecimiento
No teman pasar días de hambre
No transen su energía
Por un magro plato de comida
No dejen bajo ningún concepto
Que la soberbia de los que dominan
Les ordene de forma arrogante
No duden en saltar la valla
Y arrancar los frutos del huerto blindado
Mucho antes de que existiera el ser humano
Esta tierra no era de nadie
Jamás pongan su camino
En manos de otros
Forjen el carácter
Háganse cargo de sus decisiones y sus errores
Y solo así disfrutaran los aciertos y las virtudes
Bajo ningún concepto
Permitan que los humillen
Ni mucho menos que los reduzcan
A servidumbres de ninguna clase
La revolución no empieza ni termina
La revolución es una constante
En la mente de los hombres
Que anhelan dignidad.

Tomad las armas
Si es necesario
Si la circunstancia lo amerita
Disparen
La real justicia es la del cielo
A la chingada con los jueces y los tribunales
El rebaño pusilánime
Esta condenado eternamente
Al matadero.